¿CÓMO EVITAR HONGOS Y PAPILOMAS EN LOS PIES?
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¿CÓMO EVITAR HONGOS Y PAPILOMAS EN LOS PIES?

11 Oct ¿CÓMO EVITAR HONGOS Y PAPILOMAS EN LOS PIES?

El verano es una época especialmente delicada para nuestros pies. Con el calor será más fácil que caminemos descalzos y que permanezcamos más tiempo con los pies mojados, lo que favorece el contagio de hongos y papilomas.

Los hongos son microorganismos que precisan de materia orgánica para alimentarse y un medio idóneo para desarrollarse. Sólo una pequeña cantidad de éstos es capaz de producirnos una infección que se denomina micosis y que puede ser superficial o profunda. La más frecuente es la superficial, donde el hongo tiene predilección por la queratina, presente en la capa córnea de la piel, pelos y uñas. Una vez en contacto con nosotros, éstos necesitan de un ambiente cálido, húmedo y con escasa luz para propagarse.

En el pie puede afectar a la piel (dermatomicosis) o a las uñas (onicomicosis).

En la piel afecta generalmente a los espacios interdigitales (con mayor frecuencia entre 4º y 5º dedos) y se conoce como «pie de atleta». Se observa lesión con maceración (piel húmeda y blanquecina), picor intenso y sensación de quemazón, zona enrojecida, presencia de grietas o fisuras en la piel y mal olor. Otras variedades se presentan con pequeñas vesículas plantares o con placas de hiperqueratosis (piel seca, engrosada y descamativa).

En las uñas observaremos cambios de coloración con pérdida de la transparencia de la uña (presencia de manchas blanquecinas, amarillentas o pardas), en forma localizada o con afectación total de la lámina, con fragilidad y engrosamiento de la misma.

Los papilomas son lesiones verrugosas únicas o múltiples causadas por una variedad del virus del papiloma humano. En ocasiones se presentan en zonas de apoyo recubiertas por una callosidad, pueden doler o no y presentan en el fondo unos puntos negros que son los capilares por los que se alimenta. Una vez que se ha producido el contagio, no aparecen de forma inmediata, sino que lo hacen al cabo de unos meses.

Los factores que favorecen el contagio y la infección son:

  • Exceso de humedad y/o maceración; la piel se reblandece y es más vulnerable a la aparición de heridas por las que se produce el contagio.
  • Una higiene inadecuada, por defecto o por exceso (ya que puede afectarse el manto ácido de la piel, perdiendo su barrera de protección natural).
  • Contacto con personas, superficies, animales u objetos contaminados.
  • Sistema inmunológico debilitado por tratamiento prolongado con antibióticos, pacientes oncológicos, inmunodeprimidos,…
  • Enfermedades sistémicas como la diabetes, trastornos vasculares.
  • Clima cálido.
  • Determinadas profesiones o prácticas deportivas, por el uso de un calzado específico o por desarrollarse en un ambiente propicio para el contagio.

Para evitar la aparición de hongos y papilomas, ten en cuenta los siguientes consejos:

Evita caminar descalzo en zonas públicas con suelos mojados. Utiliza en todo momento chanclas o calcetines de látex en piscinas, duchas, vestuarios, etc.

Evita el exceso de sudor y humedad. Usa calzado de piel y calcetines de algodón para conseguir una buena transpiración y cámbialos diariamente o antes, si están húmedos (ten al uso varios pares de zapatos para permitir que se aireen).

Presta especial atención al secado de los pies después del baño o de hacer ejercicio, sobre todo entre los dedos.

Realiza una higiene correcta de los pies. Usa jabones que protejan el manto ácido de la piel y completa el aseo con productos antitranspirantes para regular la sudoración o cremas hidratantes para evitar la aparición de grietas y rozaduras que podrían infectarse, según tus necesidades.

Usa un calzado cómodo. Los papilomas suelen aparecer en las zonas del pie que están sometidas a una mayor presión y los zapatos muy estrechos producen maceración interdigital y traumatismos sobre las uñas, lo que favorece el desarrollo de micosis. Sustituye el calzado muy usado y deteriorado.

No compartas zapatos, calcetines, toallas…con nadie. A la hora de comprar un calzado, solicita un calcetín desechable o llévatelo de casa.

Observa tus pies con frecuencia. Ante el primer síntoma acude a tu podólogo para iniciar el tratamiento y evitar el contagio a otras personas de su entorno. Evita manipular las lesiones rascándolas o pellizcándolas o con utensilios que luego vaya a utilizar en otras regiones sanas; estaría auto-contagiándose.

– No abuses de los baños calientes. Aunque son beneficiosos para la salud, la exposición prolongada al agua caliente reblandece la piel y la deja más indefensa.



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