BLOG DE PODOLOGÍA | Consejos útiles para ciclismo
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DANDO PEDALES: CONSEJOS ÚTILES PARA LA PRÁCTICA DEL CICLISMO

01 Oct DANDO PEDALES: CONSEJOS ÚTILES PARA LA PRÁCTICA DEL CICLISMO

En los últimos tiempos hemos observado un auge en la práctica del ciclismo en sus diferentes modalidades deportivas. Quienes entrenan a nivel profesional conocerán perfectamente los parámetros a tener en cuenta para que el ajuste entre el “cuerpo” y la “máquina” consigan mejorar el confort  para optimizar el rendimiento y minimizar las lesiones.

Pero muchos aficionados asumen que tras 2-3 horas sobre la bicicleta es normal que aparezcan dolores, calambres y/o adormecimiento en diferentes partes del cuerpo. En la mayoría de los casos, estas molestias pueden mejorar si conseguimos apoyos estables (pedal, sillín y manillar) y un reglaje de la bicicleta adecuado a nuestras características físicas y biomecánicas.

Teniendo en cuenta que el pedal es el único de los tres puntos de apoyo que además está en movimiento y que un ciclista de montain bike puede realizar unas 14.000 pedaladas en una ruta de 50 km , nos daremos cuenta de la importancia de realizar correctamente el pedaleo.

El pedaleo es un movimiento cíclico, fluido y simétrico  de flexo-extensión del eje cadera-rodilla-tobillo y que, a través del antepié, transmite la fuerza necesaria para desplazar el pedal.

Cualquier anomalía en ese eje (tibias varas/valgas, dismetrías, varo/valgo de antepié, limitaciones articulares y/o musculares,…) van a terminar por provocar molestias o lesiones. Tendremos que tener en cuenta la longitud de las bielas, el tipo de pedal, el ajuste correcto de calas y la elección de un calzado adecuado a las características de nuestro pie que proporcione estabilidad, así como el uso elementos de corrección biomecánicos (cuñas prono/supinadoras, plantillas individualizadas) para evitar contracturas, tendinitis, compresiones nerviosas y vasculares o lesiones en la rodilla, al ser ésta la articulación más expuesta y la que más carga de trabajo soporta durante el pedaleo.

La posición del sillín también es fundamental ya que un buen apoyo de isquiones nos va a proporcionar estabilidad en el tronco y una mejor transmisión de fuerzas al pedal. Hay que elegir el tamaño, forma y material adecuado a nuestras características para que, con una regulación correcta, el peso sea soportado por los huesos de la pelvis y no por las partes blandas. Así evitaremos molestias en la zona genital, transferencia de peso a las manos o problemas en espalda o rodillas; un sillín demasiado bajo puede provocar exceso de presión sobre la rótula, muy alto o retrasado aumenta la presión en la zona genital y puede dar lugar a problemas en la zona externa de la rodilla, demasiado estrecho nos obligará a irnos hacia atrás para buscar un buen apoyo…

Igualmente importante es el ajuste del manillar con respecto al sillín, que  dependerá del tamaño del cuadro y del tipo de manillar y la potencia del mismo. Este reglaje determinará la inclinación del tronco con respecto a la cadera y condicionará la movilidad de esta articulación, la estabilidad de la pelvis y el peso que soportarán los brazos. Así, un manillar bajo nos aporta aerodinámica pero puede restarnos potencia en el pedaleo (si tenemos poca flexibilidad), obligarnos a ir con las piernas hacia afuera o con una posición forzada de espalda y cuello.

En la actualidad, los estudios biomecánicos y los componentes personalizados facilitan la adaptación de la bicicleta a nuestras características para asegurarnos una práctica saludable del ciclismo.



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